Madagascar
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miércoles, 2 de mayo de 2012

KUNDALINI


Ayer hice esta foto en casa de una amiga, y caprichosamente la luz del sol quiso, que el muñeco articulado (el pobre no tiene nombre) pareciera un yogui rebosante de energía kundalini. La misma energía que me mueve, estos días, para aventurarme a renovarme el pasaporte e irme a Madagascar, con una ONG pequeña  y de la que he escrito otras veces; escribir a un periódico de tirada nacional dando las gracias a mi ex-jefe por despedirme; hacerme cargo del grupo de teatro infantil y preparar la obra de fin de curso y bailar hasta el amanecer ritmos extraños, hablando francés (más concretamente soltando nombre de perfumes J´adore o bombones Mon Chéri...)  entre luces y sombras, viajes a Suiza y una tarta de cumpleaños conceptual.

lunes, 12 de diciembre de 2011

ARBOLES APASIONADOS II

   No, no es un deja vú, es simplemente un año más. Y repito título, porque como en el anterior post (veáse ARBOLES APASIONADOS del 2010) quiero escribir de la semilla de un árbol, en concreto del Baobab, que desde entonces ha ido creciendo en mi mente, germinando en mi concepción de lo que hasta ahora eran las vacaciones y transformando la idea tradicional de regalo navideño.
  El año pasado no pude ir, pero este no me lo pierdo. Quiero conocer a Pilar, y sus jabones,¡claro! para hacerle saber que su pasión por el proyecto del Baobad, consigue abonar terrenos, como el mío. ¡ Y eso no es todo! Consigue que donde el año pasado decía Japón, este año diga Madagascar, que donde el año pasado decía el árbol del confort (en alusión al abeto navideño), este año diga el árbol del consumo responsable (en alusión al mercadillo navideño y el destino de lo que se recaude), que donde el año pasado decía que conocía las reglas del mundo del Abeto, este año diga que espero conocer las reglas del mundo del Baobad y aprender mucho de ellas.
   Que la sola posibilidad de formar parte del proyecto de la biblioteca móvil o el campamento educativo, me hace sonreir como una niña pequeña y recordar la pasión de sentir un libro entre las manos y meterme en sus historias.






© Historias de Eva, S.L.
Maira Gall